Mujeres deseadas y mujeres amadas

la mujer salvajeSentirse deseada no tiene nada que ver con sentirse amada. No digo que sentirse deseada sea algo malo, pero deja de ser sano cuando dirigimos nuestras acciones hacia los demás con el fin de ser reconocidas o aceptadas.

Cuando esto ocurre nos desconectamos de aquello que realmente queremos, si conseguimos conectarnos con ello. Nuestra verdad queda escondida, lo que necesito, quiero y siento es confuso sintiéndonos unas verdaderas extrañas.

Desde mi experiencia y durante mucho tiempo, entendía que había que ser buena, educada, correcta, complaciente y comprensiva con los demás para sentirme valorada. De esa forma era necesaria para los demás, los demás me necesitan así que mi vida tenía sentido. A los 22 años entré en una noche oscura, me  miraba al espejo y no me reconocía, todo me parecía irreal, y dentro de mí un intenso vacío. Mis pensamientos eran siempre los mismos, estaba enfadada y no sabía por qué, me asusté y me angustié porque no sabía quién era, ni que quería.

Mi forma habitual de relacionarme no era auténtica, por miedo a sentirme sola, rechazada o no querida era complaciente y atendía a las necesidades de los demás, menos a las mías propias. No entraba en conflicto con nadie creando resentimientos y  fingiendo que todo estaba bien. Esto me creaba mucha ansiedad.

Empecé a darme cuenta que tenía una doble vida, la que vivía hacia dentro, llena de conflictos, quejas, exigencias y la que vivía hacia fuera, en la que parecía que nada pasaba. Es por ello que mi cuerpo estalló y comencé a cambiar actitudes más sinceras con los demás y conmigo misma. Hoy en día sigo en ese camino, dándome cuenta que el sentirme querida empieza por mí misma, teniendo en cuenta mis necesidades, pensamientos y sentimientos. El camino hacia sentirme querida sigue teniendo sus riesgos, y es que ahora no todo el mundo tiene un concepto de que soy educada, correcta, complaciente…de echo soy incorrecta a veces brusca…sin embargo mi interior reposa y el conflicto ya no me hace sentir vacía, voy encontrando la forma de sentirme amada por mí y sintiendo que también amo a los demás.

 Begoña Vitoria 

Coordinadora del Área de Psicoterapia y Desarrollo personal en EDI psicólogos

Ir arriba