
Los celos entre hermanos son una experiencia común en muchas familias. Ya sea por la llegada de un nuevo bebé, la atención que uno recibe o la percepción de favoritismo, los sentimientos de rivalidad pueden aparecer incluso entre los hermanos más unidos. Aunque es algo natural, si no se gestiona bien, puede derivar en discusiones, peleas y resentimientos duraderos.
A continuación, te compartimos cinco consejos prácticos y efectivos para gestionar los celos entre hermanos sin generar conflictos ni tensiones innecesarias en el hogar.
Celos entre hermanos: Valida sus emociones sin juzgar
Uno de los errores más frecuentes es minimizar lo que sienten los niños. Frases como “No tienes por qué estar celos@” o “Deberías querer a tu hermanit@” no ayudan. Los celos son una emoción natural, y como todas, necesitan ser escuchados y comprendidos.
En lugar de negar lo que siente, di cosas como: “Parece que estás un poco triste porque he estado mucho tiempo con tu hermano. Es normal sentirse así a veces.” Al validar sus emociones, les das permiso para sentir y les ayudas a regularse sin explotar.
Evita comparaciones
Aunque sea sin mala intención, comparar a un hijo con otro (“Tu hermano sí recoge sus juguetes”, “Tu hermana se porta mejor”) genera inseguridad y resentimiento. Cada niño es único, con fortalezas y desafíos distintos.
Lo mejor es enfocarte en su esfuerzo y comportamiento sin ponerlo en relación con su hermano: “Gracias por ayudarme a guardar los juguetes. Eso me hace sentir muy bien.” Así refuerzas lo positivo sin crear rivalidades.
Dedica tiempo individual de calidad
Uno de los factores más importantes para reducir los celos es que cada hijo sienta que tiene su lugar especial. No se trata de repartir el tiempo en partes iguales, sino de ofrecer momentos significativos con cada uno, aunque sean breves.
Puede ser leer un cuento juntos, preparar una receta, dar un paseo o simplemente charlar sin interrupciones. Que sepan que no tienen que “competir” por tu atención porque hay espacio emocional para todos.
Fomenta la colaboración en lugar de la competencia
Ayuda a tus hijos a verse como parte de un mismo equipo. Puedes proponer actividades cooperativas: construir algo juntos, preparar una sorpresa para otro miembro de la familia, o incluso hacer tareas en pareja.
También es útil reforzar los gestos positivos entre ellos:
“¡Qué bonito que le prestaste tu coche a tu hermana! Seguro que ella se sintió muy feliz.”
Así, empiezan a experimentar que compartir y ayudar también les brinda reconocimiento y afecto.
Actúa con equidad, no con igualdad estricta
A veces, por evitar celos, se cae en el error de tratar de dar a todos exactamente lo mismo. Pero igualdad no siempre es justicia. Cada niño necesita cosas distintas en distintos momentos.
Si uno necesita más ayuda con los deberes y otro más atención emocional, es válido. Lo importante es explicar con claridad:
“Hoy estoy un poco más con tu hermana porque no se siente bien, pero luego tú y yo haremos algo juntos.” Esto transmite seguridad y evita que interpreten las diferencias como preferencias.
Los celos entre hermanos no son un signo de fracaso como padres, sino una señal de que están desarrollando vínculos y emociones complejas. Lo importante no es evitar los celos por completo, sino enseñar a gestionarlos con empatía, paciencia y atención.
Con estos cinco consejos —validar, evitar comparaciones, ofrecer tiempo individual, promover la colaboración y actuar con equidad— estarás ayudando a tus hijos a construir una relación sana y duradera entre ellos. Si necesitas ayuda, estamos aquí para ti.